La falacia del brainstorming: cuando la sala de reuniones se aleja del gemba

En muchas empresas, cuando surge un problema, la respuesta es casi automática: “Marquemos un brainstorming.” El equipo se reúne en una sala acristalada, lejos de la operación, con post-its, marcadores de colores y café caliente. Se lanzan ideas al aire, se garabatean en la pared, se celebran con entusiasmo… y al final, se sale con una sensación de deber cumplido.

Pero la realidad rara vez cambia.

¿Por qué?

Porque se intenta resolver problemas lejos de donde realmente ocurren, sin datos reales, sin escuchar a quienes viven la rutina y sin observar los hechos en el gemba.
Esto es lo que llamo la falacia del brainstorming: creer que las buenas intenciones y las ideas creativas, desconectadas de la realidad, son suficientes para promover mejoras reales.

El peligro de decidir sin ver

A lo largo de mi trayectoria como consultor en Excelência Operacional, he visto muchas decisiones importantes tomarse basándose en percepciones vagas, suposiciones o generalizaciones — muchas veces sin ningún contacto con el lugar donde realmente ocurre el problema.

La mejora continua nace del contacto con la realidad. Y cuando los gestores se conforman con reuniones creativas en salas alejadas de la operación, pierden lo más importante: los hechos.

Sin datos, sin contexto, sin gemba… el brainstorming se convierte en puro teatro corporativo.

¿Qué funciona en su lugar?

Ir al gemba: Antes de pensar en soluciones, vaya donde ocurre el problema. Observe. Escuche. Mida.

Usar datos antes que post-its: Métricas bien definidas y análisis simples valen más que mil ideas sueltas.

Facilitar la participación de quien opera: Las mejores ideas muchas veces provienen de quienes lidian con el problema todos los días.

Profundizar el análisis con hechos: En lugar de solo listar ideas, conduzca un ACR – Análisis de Causa Raíz. Esto implica investigar a fondo los orígenes del problema con base en evidencias recolectadas en el gemba. Utilice herramientas como el diagrama de Ishikawa (espina de pescado), los 5 Porqués y el análisis de datos históricos para conectar síntomas con causas reales. El ACR no busca culpables, sino hechos objetivos que expliquen por qué el problema existe y, así, permite atacar la raíz y no solo los efectos visibles.

Conclusión

El brainstorming no es inútil, pero cuando se usa fuera de contexto, desconectado del gemba, se transforma en un ritual inofensivo. Las ideas sin hechos son como diagnósticos sin examen clínico: pueden parecer brillantes, pero rara vez resuelven.

Si realmente desea generar transformación, cambie la sala acristalada por la planta. Cambie el post-it por una libreta de notas. Cambie el “yo creo” por el “yo vi”.

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